miércoles, 7 de septiembre de 2016

El Séptimo Arte

Soy una nueva crítica del cine. No hablo del tema porque sepa mucho, ciertamente hay miles de personas que han visto mucho más cine que yo. Algunas personas incluso dirán que lo que llega a las pantallas comerciales difícilmente se le puede llamar cine. Yo pienso, y me gusta creer que el cine es un experimento social. El escritor, el director y todas las personas que trabajan en un proyecto se embarcan en un ideal común que es jugar con la percepción, con los sentimientos, con el sentido común y de ética del público. Aquel que tiene presencia en pantallas, tiene una gran responsabilidad, un gran poder. Es de los pocos lugares en los que las personas se sientan voluntariamente para que les digan qué pensar, qué ver, a quién odiar y cómo sentirse al respecto. Son pocos los que dominan el arte del cine, ya sea comercial o de arte, si una película tiene la capacidad de borrar las líneas que dividen la pantalla, y logra introducirte por completo, para mi, esa es una excelente producción. No importa si es una película para niños, una comedia, o el mejor drama del año.

    El ser humano está formado por una red de canales de pensamiento, canales que nos ayudan a entender el mundo. Ahí se encuentra instalado lo que esperamos de las personas, de nuestras vidas, del futuro y de nosotros mismos. Algo que estudiamos un poco en la carrera de comunicación, es que los medios saben de esta red, y la utilizan para vendernos. Creo que el poder más grande que existe en el mundo, es el poder del cine, porque es capaz de meterse en lo profundo de la red, y la modifica, la construye y la reconstruye. No es tan obvio, claro está, no nos lavan el cerebro con algún propósito específico, pero si estamos inmersos en un mundo "americano", en el que los estereotipos nos atacan de manera constante y completamente aspiracional. El futuro pinta en gran parte como nos hemos programado que sería. La ciencia ficción y la tecnología están tan cerca una de la otra que a veces bromeamos al respecto. Somos títeres de las historias, algunos más que otros, pero en general a eso vas, a meterte de lleno en una historia, durante la hora y media no harás más que ver lo que quieren que veas. ¿No es brillante? Es un poco "escalofriante" si lo pensamos fríamente, pero también es increíble, que somos capaces de soñar tan claro y tan grande que hemos creado un sistema creativo, económico y completamente rentable para meter a otras personas en nuestros sueños, para que vean lo que hay en nuestras mentes. 

    ¿Una buena historia, una buena película en qué consiste? Francamente aún no lo sé. Me he descubierto dando vueltas a la misma pregunta, ¿Qué es lo que hace a una buena película? Una de mis respuestas es: Una película debe ser la película que dice ser, puede ser más pero en ningún momento puede ser menos que eso. A nadie le gusta que le tomen el pelo, por eso es que las secuelas tienen tanto peso encima, porque ya de por sí ser la segunda parte de algo que fue brillante es una gran responsabilidad, y muy pocos han podido llenar las ganas crecientes de una audiencia sedienta de ser sorprendida. Me queda claro que todas las historias están contadas (Espero con ansias el día en que alguien nos calle la boca y nos demuestre que si se puede) pero también creo que hay muchísimas dimensiones que no se han explorado aún. En cuanto a historias, en cuanto a personajes, densidad, producción, narrativas, fotografía, color, arte, diálogos, creo que todo puede ser reinventado, la mezcla de cada una nos da una posibilidad infinita de hacer algo nuevo, algo diferente. 

    No puedo esperar, quiero ver más y más cine. Quiero que jueguen conmigo, que me hagan llorar, que me maten de la risa, que me reflejen tan crudamente que me resulte insoportable ver la pantalla. Amo el cine con todo mi corazón, por lo que me hace sentir, porque me hace pensar, me hace analizar lo que soy y lo que puedo ser. Me encanta escribir, porque me da la libertad de guiar al lector hacia donde yo quiero, por los minutos que les tome leer estas palabras, son completamente míos, es un poder bastante adictivo para mi. 



Ahora, hablemos de cine... 

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